martes, 6 de enero de 2009

Capítulo 4: ¿Qué tiene él que no tenga yo?

– ¿Pero, qué coño es eso? – Dijo Jonatan (malote).
– ¡Ayyyy! Es una de esas cabezas reducidas de los documentales de la tele. – Gimoteó Samanta (pija).
– Pa’ cabeza reducida la tuya, petarda. – Respondió veloz Loreta – ¿Y desde cuándo ves tú documentales? ¿No echaban nada en el canal “Pequeña Puta Pija”?
– ¡Oye! No te consiento que hables así de mi… de mi fan número uno… tronca. – Saltó DJ Greñón.
– ¡Basta ya! Debemos permanecer unidos si queremos salir de aquí. – Dijo Claudio (profesor gay) mientras se frotaba con Jhon (erasmus).
– Tampoco tener usted que unirse a mí tanto, señor. – Dijo Jhon (erasmus) mientras se protegía del profesor usando a Sara (hermana cachonda).
– Tiene razón, profesor Guey. – Dijo Sara – Debemos permanecer unidos. Ya han desaparecido mi hermano, Gustavo (buenazo), Carmen (intelectual) y ahora Vero (antisocial). Más nos vale ir todos juntos. No quiero ser la próxima a la que jodan.
– Pues ya me extraña. Con lo pendón que eres… – Murmuró Samanta (pija).
– Eso a mí me parece muy bien, pero vuelvo a decir lo mismo de antes: ¿Qué coño es eso? – Volvió a decir lo mismo de antes Jonatan.
– La verdad es que mirándolo de cerca yo diría que es una reproducción exacta de la cabeza de la duquesa de Alba. Fíjate, si incluso tiene las cicatrices de sus liftings más recientes según la revista Superperra. – Respondió Samanta (pija).
– Primero una chapa de Mahou, luego la foto de Anzar en bikini, después la carátula del cd de El Fari… ¿Qué significa todo esto? – Preguntó Claudio (profesor gay).
– No lo sé. Ya lo pensaremos en la casa. Sara tiene razón vayamos para allí lo más rápido y juntos que podamos. – Dijo Loreto.


Mientras tanto, en la estación de trenes abandonada…

– ¡Slot quiere a raaatas! ¡Ratas amiiigas! – Dijo exaltado Slot.
– Sí, Slot, te entiendo… Aunque yo prefiero los hamsters, sirven para mis proyectos de ciencias y no transmiten enfermedades… Ni si quiera las de transmisión sexual… Aunque tampoco llevo tanto tiempo investigando con ellos… – Dijo Alex (friki) mientras guiñaba un ojo a Alejandra (animadora)
– Eres un sucio y un degenerado. Y un friki asqueroso. – Dijo Alejandra.
– Tú tranquila, que no le pegará ninguna enfermedad a nadie. Si él fuera puto moriría virgen. – Dijo Andrés (fumao) mientras volvía encender su porro.
– Pues que sepáis que soy el más popular de mi club de ciencias… Aunque solo lo formen mis amigos imaginarios y yo… – Murmuró Alex (friki).
– ¡Chocolaaate! – Dijo sin venir a cuento Slot cuando Andrés le pasó el porro.
– Será mejor que exploremos un poco el lugar a ver que encontramos. – Acabó diciendo Alejandra (animadora).
– Yo ya estoy hasta la polla de explorar. ¿Qué hay de la fiesta? Yo me quedo en la caseta del guarda de la estación a fumar y a meditar sobre todo esto. Y Slot se viene conmigo ¿Verdad, Slot? – Dijo Andrés (fumao).
– ¡Submariiino! – Respondió Slot.
– Pues yo sola no voy. No me quiero encontrar a ningún perturbado.
– Llévate al friki. Así no estarás sola.
– ¿Qué parte de “No me quiero encontrar a ningún perturbado” no has entendido? Además, éste no serviría de nada si ocurriera algo.
– Está bien. Toma esta navaja, pensaba usarla si encontraba setas de la risa, pero con la maría por ahora tengo suficiente. Si el colega Slot no acapara. – Reprochó Andrés (fumao) a Slot.
– Bueno, algo es algo. Si oís gritos venid a buscarnos.
– Claaaro mujer. Sin problema.

Ya en la casa de la fiesta…

– Así que, recapitulando, primero desapareció mi hermano Alfredo (anfirión), luego Gustavo (buenazo), después Carmen (intelectual) y ahora Vero (antisocial). – Dijo Sara (hermana cachonda)
– Dirás mejor que los han hecho desaparecer. – Espetó DJ Greñón.
– ¿A qué te refieres? – Dijo Sara.
– A que cuando “desapareció” tu hermano fue cuando casualmente Jonatan llegó a la fiesta. Hablo de que Carmen y Vero se fueron solas con él. Hablo de que…
– ¿Y cómo explicas lo de Gustavo? – Le interrumpió Loreto (machota).
– Gustavo se separó de mi princes… de Samanta, el profesor Guey y de mí y en ese momento pudo haberle matado. Y después mató a Carmen y a Vero para que no dijeran nada de su ausencia… troncos.
– ¿Cómo te atreves payaso? – Saltó Jonatan – No creáis una mierda de lo que dice. El sí que tiene que responder a muchas preguntas. Él es parte de todo esto, tíos. Seguro que nos está ocultando algo. Sólo hay que ver las pintas que tiene. – Dijo mientras se abalanzaba sobre DJ Greñón – ¿Y qué me decís de su forma de hablar? Ni mi abuela dice tantas chorradas.
– ¡Separaos! – Chilló Samanta (pija).
– ¡No, no! Que sigan revolcándose – Interrumpió emocionado Claudio (profesor gay) uniéndose a la pelea mientras trataba de quitarle la ropa a Jonatan y a DJ Greñón.
– ¡Jhon, sepáralos! – Dijo Sara
– ¡Está bien! – Dijo DJ Greñón mientras le separaban de Jonatan y, sobre todo, de Claudio – ¡No soy DJ Greñón! Es más, no soy disc-jockey. Soy… – Dijo quitándose
– ¡Oh dios mío! ¡¡Es mi padre!! – Exclamó Samanta (pija) antes de caer desmallada.

Alejandra y Alex dejaron a Andrés y a Slot haciendo un submarino en la caseta del guarda y fueron a explorar el resto de las instalaciones.

– ¡Qué emocionante! – Dijo Alex (friki) – Es como estar en uno de esos videojuegos de realidad virtual. El héroe va con la tía buena por una instalación supuestamente abandonada cuando de repente…
– ¡Cállate! Lo que menos necesito ahora es que me pongan nerviosa. – Espetó Alejandra (animadora)
– Perdón. Sólo trataba de hacerlo más ameno… – Murmuró Alex (friki)
– Para hacerlo más ameno aquí estoy yo – Dijo una voz estilo loquendo que resonó por las instalaciones.
– ¡Aaahhh! ¿Quién hay ahí? ¿Andrés? ¿Slot? ¡Ayudaaaa! – Chilló desesperada Alejandra antes de echar a correr soltando la navaja.
– ¡No me dejes aquí solo! ¡No quiero morir virgen! – Pidió Alex a gritos mientras trataba de seguirla pero su estado de forma no era comparable al de una animadora y su disfraz de foca no le ayudó.
– ¡Que te jodan engendro! – Se oyó la voz de Alejandra ya en la lejanía.
– ¿Me haces caso ya? – Dijo el asesino sin dejarse ver.
– ¿Quién eres? ¿Quién te envía? ¿Vienes a por mí? Interneeeeeeet…
– ¿Por dónde íbamos? – Preguntó el asesino – Ah, sí. Ésta es la parte en la que te comunico que según los votos de los lectores has sido nominado para ser mi próxima víctima. Esta vez ha estado reñido, has empatado a cuatro votos con el erasmus.
– ¿Con el erasmus? Pues mátalo a él. ¿Qué tiene él que no tenga yo?
– Roce con la hermana cachonda.
– Lucharé hasta el final. Te lo advierto, he aprendido artes marciales de tanto ver reposiciones de películas de Bruce Lee. – Dijo Alex sin mucho convencimiento mientras el asesino salía de entre las sombras para coger la navaja dejada por Alejandra.
– Muéstrame tu mejor repertorio foca bigotuda.

El friki empezó a hacer todos los movimientos que se sabía: la grulla, el mono borracho, la serpiente, el tigre, la foca asesina, acero azul… Pero ninguno parecía asustar al asesino, que cargo contra él con el cuchillo en ristre.

– Hora de morir. – Dijo el asesino con cierta expectación mientras le rajaba el disfraz de foca asesina bigotuda. – ¿Pero qué es esto? – Dijo desconcertado – ¿Una camiseta con una viñeta?
– Es la camiseta premio edición especial coleccionista al mayor comentarista del blog Hambre de escritos.
– Sólo por esto te debería haber matado antes. Ahora disfrutaré mucho más. – Apostilló el asesino mientras le abría en canal.
– Pufff. Eres un aficionado. Yo en mi consola de última generación hago mejores operaciones. – Dijo Alex con aires de superioridad.
– ¡Vete a la mierda! ¿Te crees que mi trabajo es fácil? Tienes tanta grasa que podría hacerte un bocata de tocino.

Mientras tanto en la caseta del guarda…

– ¿Has oído algo? – Preguntó Andrés a Slot – ¿Nah? Joder, esta mierda es buena.
– ¡Chocolaaate! ¡Alejaaandra!
– Tronco, tú si que lo estás flipando. Seguro que te las estás imaginando ahí to’ buenorra… Jadeando y… ¡Coño! ¡Alejandra!
– ¡Están matando al Alex! – Dijo Alejandra entre jadeos de tanto correr. – ¡Debemos ayudarle!
– Con tranquilidad, que todavía nos queda una última caladita. – Dijo Andrés levantándose pausadamente.

Unos minutos interminables después…

– Bueno ¿Dónde está el friki? Y lo que es más importante ¿Dónde está el asesino?
– Estaba aquí, os lo juro – Dijo acojonada la animadora.
– Pues yo aquí no veo nada. – Murmuró Andrés. – ¡Espera! ¿Qué tienes ahí colega? – Preguntó a Slot.
– ¡Slooot! ¡Amiiigo! ¡Slot encuentra zurullo de coooña!
– A ver… Eh, no Slot, no es de coña… – Dijo Andrés – Esa mierda es mala. Repite con migo MA-LA.
– ¡Buaahh! ¡Joder que asco! ¡Buaahh! – Exclamó Alejandra entre arcadas. – Espera, creo que he vomitado en algo. Parece un… ¡Mr. Potato Edición Rosi de Palma!
– ¡Mierda! Eso sí que da miedo… – Dijo Andrés acojonado – Creo que se me han quitado las ganas de fumar… ¡Nah! ¿Quieres una caladita?